¡Bienvenidos a TotalMotor, tu comunidad automovilística favorita donde la pasión por la Fórmula 1 no descansa! Esta vez, los focos apuntan a Lewis Hamilton, quien ha comenzado a mostrar señales claras de adaptación al SF-25 de Ferrari tras un arranque complicado en el Gran Premio de Bahréin. Su quinto puesto en carrera, tras una clasificación complicada, es solo una parte de una historia más profunda: el siete veces campeón del mundo está reencontrándose con su esencia… ahora vestido de rojo.
Hamilton inició el fin de semana con dificultades, clasificando noveno y quedando a casi un segundo del poleman Oscar Piastri. Sin embargo, lo que parecía un fin de semana cuesta arriba, terminó con una remontada sólida y una actuación que le valió el reconocimiento como Piloto del Día. La diferencia estuvo en la estrategia y en su proceso de adaptación a un coche completamente nuevo. “Creo que lo que está claro es que, como humanos que somos, estamos estancados en nuestras costumbres“, confesó Lewis. “He estado pilotando con un cierto estilo, de una cierta manera, con el mismo equipo durante mucho tiempo… Me he pasado a un coche nuevo, y requiere un estilo de conducción y unos reglajes muy diferentes“.
Uno de los mayores retos para el piloto británico ha sido cambiar su enfoque técnico, como el uso del freno motor y el sistema de frenos Brembo, una novedad para él tras más de 15 años con tecnología CI en Mercedes. A pesar de que las modificaciones aerodinámicas en el suelo del monoplaza no tuvieron un gran impacto en clasificación, sí marcaron diferencia en su ritmo de carrera.
Comparando su rendimiento con el de su compañero Charles Leclerc, Hamilton explicó cómo cada piloto sigue caminos distintos en cuanto a configuración y ajustes del coche: “Charles empieza con una configuración y la mantiene prácticamente todo el fin de semana… Yo estuve muy lejos de él el fin de semana pasado, y este fin de semana justo antes de la calificación me acerqué a él, pero entonces todos los reglajes estaban mal“. Su proceso de aprendizaje aún continúa, pero la dirección ya está más clara que nunca.
A pesar de los obstáculos, Hamilton dejó un mensaje lleno de determinación y esperanza para lo que viene. “Creo que he descubierto cómo le gusta pilotar al coche, así que espero que si puedo aplicarlo la semana que viene, si puedo clasificarme mejor, pueda tener un fin de semana mucho mejor. Sé que puedo, y lo haré“. Y con esa confianza renovada, el piloto británico apunta al próximo Gran Premio con la ambición intacta.
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