¡Bienvenidos a TotalMotor, tu comunidad experta en automovilismo! En un fin de semana donde los principales equipos de la parrilla llegaron a Imola con paquetes de mejoras significativas, Ferrari decidió jugar una carta diferente: enfocarse en ajustes específicos que prometen hacer una diferencia importante en el rendimiento de su monoplaza.
La Scuderia presentó una nueva configuración del alerón trasero, apostando por una versión con mayor carga aerodinámica y un ala inferior única. Esta elección se adapta mejor a las características del circuito Enzo e Dino Ferrari, de carga media a baja, y busca maximizar la eficiencia sin comprometer la velocidad en rectas.
Además, se realizaron modificaciones en las tomas de aire del sistema de frenos traseros, con un rediseño del patrón de flaps que forman la cascada exterior del conducto. Estos ajustes tienen como principal objetivo mejorar la estabilidad del SF-25 en las frenadas, una de las áreas más críticas del coche hasta ahora.
En Maranello también se trabajó en refinar el flujo aerodinámico en la parte baja del monoplaza, buscando mayor empuje vertical mediante un scoop más pronunciado que optimice la interacción con la zona del ala monoviga.
Mientras se espera la introducción de una suspensión trasera completamente nueva prevista para la segunda quincena de junio, Ferrari concentra sus esfuerzos en exprimir cada detalle del coche actual. Aunque estas no son las actualizaciones revolucionarias que muchos esperaban, podrían ser clave para que Charles Leclerc y Lewis Hamilton logren mantenerse competitivos en esta primera etapa europea del calendario.
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