A un año de su prometedor podio en el GP de Brasil, Aston Martin enfrenta una temporada complicada en la Fórmula 1 de 2024, con un bajo rendimiento que los ha llevado a reconsiderar su estrategia técnica y de desarrollo. Tras varios análisis, el equipo intenta identificar los factores que le han impedido mantener un ritmo competitivo. Mike Krack, director de Aston Martin, comentó recientemente: “Ha sido nuestra temporada más dura porque no hemos cumplido nuestras propias expectativas. Nos propusimos el reto de crear un coche que pudiéramos desarrollar continuamente para competir con los cuatro mejores equipos, y no hemos estado a la altura de esas ambiciones”.
Desde el inicio de la temporada, el equipo ha tenido que adaptar su coche para diferentes circuitos, pero los cambios no han dado los resultados esperados. Fernando Alonso señaló con claridad los riesgos que han tomado en el rendimiento del monoplaza y su frustración con los problemas experimentados, especialmente en condiciones de carrera en mojado. “Estamos asumiendo grandes riesgos… Somos el 10º equipo más rápido en seco y luego fuimos P2 en la calificación”, destacó Alonso. En particular, el cambio de especificaciones de suelo en cada GP ha obligado al equipo a experimentar constantemente, algo que desde el exterior podría parecer un síntoma de desorganización, pero que en realidad responde a una estrategia de comprensión profunda de su monoplaza y de lo que podrían mejorar de cara a la próxima temporada.
La introducción de componentes aerodinámicos ha sido otro de los desafíos. Tom McCullough, director de rendimiento del equipo, explicó que “este año hemos tenido dos filosofías principales de suelo”, lo cual responde a la necesidad de adaptarse a las exigencias de cada pista. Sin embargo, el equipo reconoció que cambiar constantemente de configuración les ha restado consistencia. Con la llegada de refuerzos estratégicos como Andy Cowell y el desarrollo de un nuevo simulador y túnel de viento, Aston Martin confía en que esta inversión en tecnología y talento ofrecerá un impulso a sus aspiraciones de cara a 2025.
Para cerrar esta temporada en baja y encaminarse al futuro, el equipo se centra en comprender qué ha salido mal. “Quizás hemos sido un poco impacientes por traer actualizaciones a la pista… Hay algo que sacar de eso: calidad, no cantidad”, reflexionó Krack. En el horizonte de Aston Martin, el proyecto del coche de 2025 representa la esperanza de aplicar todo lo aprendido en esta temporada, combinando mejoras tanto en eficiencia aerodinámica como en estabilidad para alcanzar a los líderes del campeonato.
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