El tetracampeón mundial de Fórmula 1, Max Verstappen, ha sido el centro de atención este viernes en Ruanda. Cumpliendo una sanción impuesta por la FIA debido a un comentario inapropiado realizado en una rueda de prensa durante el Gran Premio de Singapur, Verstappen aprovechó la oportunidad para inspirar a futuros ingenieros automotrices.
Desde el Colegio Politécnico Regional Integrado de Kigali, Max actuó como coach para estudiantes que han diseñado un vehículo todoterreno, destacando su faceta más educativa y comprometida. Acompañado por el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, el piloto de Red Bull Racing no solo cumplió con su deber, sino que también dejó una huella positiva en la comunidad.
“Este es el servicio a la comunidad que necesitamos que hagan todos y cada uno de los pilotos y campeones. Una parte importante del deber de un campeón es devolver algo a la sociedad. Max disfrutó de inspirar a chicos y chicas en un ambiente de diversidad”, destacó Ben Sulayem.
🏆 Un cuarto título mundial y un 2025 lleno de retos
Posteriormente, Verstappen asistió a la Gala de la FIA, donde recibió su trofeo como campeón mundial por cuarta vez consecutiva. Aunque su dominio en 2024 fue evidente, Max reflexionó sobre los desafíos enfrentados:
“Ha sido una temporada complicada, pero estoy muy orgulloso de este título. Nos costó mucho al final, y la competencia fue muy fuerte. Para 2025, tenemos que seguir trabajando duro, implementar nuevas ideas y ser competitivos nuevamente. Espero mucha igualdad y emoción, algo que será genial para la F1”, declaró el neerlandés.
Con esta mezcla de responsabilidad social y ambición deportiva, Max Verstappen sigue demostrando por qué es uno de los nombres más influyentes en el automovilismo actual. ¿Podrá superar sus propios límites en 2025? 🚀
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