La temporada 2025 de Fórmula 1 marcará el cierre del ciclo actual de normativas antes del gran cambio en 2026, pero esto no significa que las reglas se mantendrán intactas. La FIA ha implementado modificaciones clave que impactarán en la aerodinámica, la seguridad de los pilotos y el desarrollo de los monoplazas.
Desde ajustes en los alerones para evitar flexiones ilegales hasta la introducción de sistemas de refrigeración para los pilotos, estas nuevas normativas buscan equilibrar el rendimiento y mejorar la seguridad en la parrilla.
Uno de los cambios más relevantes es la eliminación del punto extra por vuelta rápida, una medida que busca evitar estrategias de último momento que distorsionaban la competencia. Además, Mónaco tendrá su propio reglamento con la imposición de dos paradas obligatorias en condiciones secas, lo que promete añadir emoción a una carrera tradicionalmente dominada por estrategias conservadoras.
También se han endurecido las regulaciones sobre las pruebas de coches anteriores (TPC), limitando la cantidad de kilómetros que los equipos pueden recorrer y estableciendo restricciones en el uso de circuitos dentro de ciertos periodos de tiempo.
Las modificaciones también incluyen un ligero aumento en el peso mínimo de los monoplazas, ajustes en la flexibilidad de los alerones delantero y trasero, y nuevas normativas que facultan al director de carrera a detener un coche si se considera que sufre daños estructurales significativos.
La FIA también ha eliminado las restricciones sobre la cantidad de cajas de cambios utilizadas a lo largo de la temporada, reflejando la mejora en la fiabilidad de estos componentes.
Con estos cambios, la temporada 2025 se perfila como un desafío estratégico y técnico para las escuderías antes del gran salto normativo de 2026. ¿Quién logrará adaptarse mejor a estas modificaciones? ¡La respuesta comienza a escribirse este fin de semana en Australia!
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