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En el circuito urbano de Yeda, Charles Leclerc protagonizó una clasificación intensa que lo dejó en la cuarta posición de salida para el Gran Premio de Arabia Saudita. A pesar de haber marcado un tiempo competitivo, el piloto de Ferrari se mostró visiblemente decepcionado tras bajarse del SF-25. La distancia de tres décimas y media con respecto a la pole position de Max Verstappen no fue suficiente para aliviar su preocupación: el monoplaza italiano, según él, no tiene el potencial necesario para luchar de tú a tú con los equipos punteros.
Leclerc fue tajante al describir el panorama actual del Cavallino Rampante, contrastando fuertemente con la narrativa optimista que ha mantenido el jefe de equipo Frédéric Vasseur, quien ha reiterado en varias ocasiones que aún no se ha explotado el verdadero potencial del coche. Leclerc, por el contrario, fue claro: “La decepción es grande porque es una pista en la que teníamos grandes expectativas. Hoy es la confirmación de que nos falta potencial en general”. Esta declaración no solo deja entrever su frustración, sino también lanza un mensaje directo al interior del equipo, que deberá redoblar esfuerzos si quiere mantenerse en la lucha del campeonato.
Aunque el rendimiento del Ferrari no esté en su punto más alto, Leclerc reconoció haber encontrado una configuración específica que le permitió exprimir lo mejor del SF-25 en clasificación. Esta puesta a punto, sin embargo, trae consigo un precio: un coche extremadamente difícil de conducir al límite, al punto que Leclerc rozó el accidente en más de una ocasión durante su vuelta rápida. “Estoy contento por mi parte porque, como he dicho, he encontrado una dirección que me permite expresarme cuando estamos en la calificación. Puedo extraer el máximo del coche, aunque lo que me he encontrado lo hace muy difícil. Si nos fijamos en mi vuelta, creo que he estado a punto de chocar contra el muro al menos un par de veces”, confesó el piloto monegasco, subrayando el riesgo que está asumiendo para mantenerse competitivo.
El rendimiento del SF-25 parece haberse estancado en comparación con los avances técnicos que han mostrado rivales como Red Bull y McLaren. Si bien es positivo que Leclerc pueda adaptarse y obtener lo mejor del monoplaza en condiciones extremas, la falta de consistencia y facilidad de conducción del coche podría jugarle en contra durante la carrera, especialmente en un trazado como el de Yeda, donde el más mínimo error puede costar caro.
Desde TotalMotor, seguiremos muy de cerca la evolución de Ferrari y el desempeño de Charles Leclerc a lo largo del fin de semana. ¿Podrá mantener el ritmo en carrera y convertir su cuarto lugar en un podio? ¿Responderá Ferrari al llamado de atención de su piloto estrella? Muy pronto lo sabremos.
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