🏎️ El Gran Premio de Qatar estuvo marcado por múltiples incidentes, pero uno de los más polémicos fue el desprendimiento del retrovisor del Williams de Alex Albon en la vuelta 30, un hecho que desató una cadena de eventos que alteraron significativamente el curso de la carrera. La pieza cayó en plena recta de meta, obligando inicialmente a desplegar dobles banderas amarillas, lo que más tarde resultó en una penalización de 10 segundos para Lando Norris por ignorarlas al realizar una parada en boxes.
La FIA decidió no desplegar de inmediato el coche de seguridad, argumentando que los restos del retrovisor estaban fuera de la línea de carrera y no representaban un riesgo significativo. Sin embargo, esta decisión cambió cuando Valtteri Bottas golpeó el retrovisor, esparciendo fragmentos por la pista, lo que derivó en pinchazos para varios pilotos, incluidos Carlos Sainz y Lewis Hamilton. Esto obligó al director de carrera, Rui Marques, a desplegar el coche de seguridad para limpiar la pista. “La práctica normal es no desplegar el coche de seguridad si hay una pequeña cantidad de escombros fuera de la línea de carrera”, explicó la FIA, aunque reconocieron que el incidente será revisado para evaluar si es necesario ajustar los protocolos en el futuro.
🏎️ Más drama con las luces del coche de seguridad
La situación se complicó aún más cuando un fallo en las luces del coche de seguridad generó confusión durante el reinicio de la carrera. Esto afectó incluso al líder en ese momento, Max Verstappen, quien tuvo que lidiar con un reinicio tardío debido al problema técnico. Según la FIA, los equipos fueron notificados verbalmente del reinicio, y el incidente fue resuelto antes del tercer despliegue del coche de seguridad.
Por otro lado, la sanción impuesta a Norris por ignorar las dobles banderas amarillas levantó críticas de McLaren y otros equipos. Aunque Toto Wolff calificó la penalización como “brutal”, la FIA sostuvo que fue consistente con las directrices de penalización distribuidas a los equipos a inicios de temporada. “Una infracción de doble bandera amarilla se considera un grave compromiso para la seguridad, razón por la cual tales infracciones conllevan una sanción tan severa”, aclaró el organismo rector.
El jefe del equipo Aston Martin, Mike Krack, también reflexionó sobre las dificultades de la carrera, señalando que los problemas de despliegue de energía en momentos clave jugaron un papel importante en el rendimiento de los pilotos. En cuanto a la FIA, su compromiso de revisar estos eventos y dialogar con los equipos podría marcar la diferencia para evitar futuros errores y mejorar la seguridad en pista.
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