El equipo Haas tuvo un fin de semana destacado en el Gran Premio de China, logrando colocar a sus dos pilotos en el top-10. Esteban Ocon cruzó la meta en séptima posición, mientras que Oliver Bearman remontó desde la 17ª plaza para finalizar décimo. Ambos ganaron dos posiciones adicionales tras las descalificaciones de Charles Leclerc y Lewis Hamilton. Sin embargo, el jefe del equipo, Ayao Komatsu, ha sido claro: el VF-25 aún arrastra problemas aerodinámicos que no han sido resueltos. “Fue una reacción increíble de todo el equipo”, comentó Komatsu. “Todo el mundo tiene un fracaso, ¿verdad? Pero el fracaso no debe definirte. Lo que te define es cómo te levantas de ese fracaso, y creo que como equipo lo demostramos”.
Este resultado es un gran contraste con el rendimiento de Haas en Australia, donde ambos monoplazas parecían los más lentos de la parrilla y solo terminaron en los puestos 13 y 14. En ese fin de semana, el equipo descubrió un fallo aerodinámico en el VF-25 que no se había manifestado en los test de Bahréin debido a las diferencias en las características del circuito. La configuración de Shanghái, con curvas de velocidad media y pocas irregularidades, permitió a Haas minimizar sus debilidades y demostrar su verdadero potencial.
El desempeño de Ocon fue sólido desde la clasificación, donde quedó a solo 0.03 segundos de entrar en la Q3. En carrera, una estrategia bien ejecutada le permitió mantenerse competitivo hasta el final. Por su parte, Bearman optó por una estrategia de neumáticos duros desde el inicio y aprovechó la degradación de sus rivales para escalar posiciones. “No esperaba hacer una sola parada, me quedé bastante sorprendido cuando pasamos a los medios”, admitió Bearman.
Pese a la euforia por los puntos obtenidos, Komatsu advierte que el problema aerodinámico del VF-25 sigue presente y que el buen resultado en China puede no repetirse en circuitos menos favorables. “No me engaño si digo que hemos resuelto el problema, porque no lo hemos hecho”, reconoció. “A ciertos circuitos a los que vamos, todavía vamos a tener un gran problema, pero cuando podemos manejar el coche de la manera que queremos, gracias a las características del circuito, esto es lo que podemos hacer. Hoy hemos cumplido”.
Bearman coincide con su jefe de equipo en que el trazado chino benefició al VF-25. “Es el tipo de circuito que sobre el papel es bueno para nuestro coche. Es muy suave, sin muchos baches, y eso es lo que buscamos en este momento. Suavizaríamos todas las demás si pudiéramos…”. Ahora, Haas se enfoca en analizar su rendimiento y encontrar soluciones para mantenerse competitivo en las siguientes carreras.
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