En 2021, Lawrence Stroll, propietario del equipo Aston Martin, declaró con confianza que su “máxima ambición es ganar campeonatos del mundo” y proyectó ese objetivo para un plazo de “cuatro o cinco años”. Hoy, cuatro temporadas después, el panorama es muy diferente: el equipo ocupa el séptimo lugar en el campeonato de constructores, detrás de escuderías con menores recursos como Haas y Williams.
A simple vista, Aston Martin ha hecho los deberes: construyó una de las fábricas más avanzadas del paddock en Silverstone, invirtió más de 200 millones de libras en infraestructura y reunió un equipo técnico de élite. Incorporó a figuras como Adrian Newey, el diseñador más exitoso en la historia de la F1, Enrico Cardile de Ferrari, y Andy Cowell, responsable del motor dominante de Mercedes en la era híbrida. Sin embargo, todos estos ingredientes aún no se traducen en resultados en la pista.
“No creo que se pueda planear de forma realista ganar antes de cuatro o cinco años”, dijo Stroll en 2021.
La temporada 2025 ha iniciado con señales preocupantes. Fernando Alonso —quien cumple 44 años en julio— aún no suma puntos en las primeras tres carreras, y Lance Stroll no logra ofrecer actuaciones que lo posicionen como futuro campeón. Para empeorar la situación, durante los entrenamientos en Bahréin, el volante de Alonso se soltó inesperadamente y Lance reconoció que el circuito “no es realmente nuestro tipo de pista”.
Fuera del ámbito deportivo, la situación tampoco es ideal. La división de autos de calle de Aston Martin ha tenido un segundo aviso de beneficios en noviembre de 2024, seguido de 170 despidos en febrero de este año tras una baja en ventas. Aunque estos problemas no han impactado directamente al equipo de F1, sí generan presión sobre el futuro del proyecto, que depende del rendimiento deportivo para sostener su valor de marca.
A corto plazo, la expectativa es que Newey y Cowell concentren esfuerzos en el monoplaza de 2026, año en que la F1 cambiará radicalmente sus normativas técnicas tanto en chasis como en unidades de potencia. La esperanza es que ese coche sea la gran apuesta ganadora. Sin embargo, Newey no es conocido por mejorar diseños ajenos, por lo que es poco probable que intervenga en el monoplaza actual. Y mientras tanto, la paciencia de los fans (y de los inversores) empieza a agotarse.
El panorama se complica aún más con la incógnita sobre la alineación de pilotos. La continuidad de Alonso dependerá no solo de su rendimiento, sino también de si Aston puede ofrecerle un coche competitivo. Y aunque se especuló que Yuki Tsunoda podría llegar como parte del acuerdo con Honda para 2026, su reciente ascenso a Red Bull parece cerrar esa puerta.
En resumen, Stroll tiene una visión ambiciosa y un equipo técnico de primer nivel, pero los resultados no acompañan. El tiempo pasa, la presión crece y la pregunta persiste: ¿será Aston Martin capaz de cumplir su promesa de ser campeón del mundo o quedará como otro gigante dormido de la F1?
Gracias por seguir cada historia del paddock con nosotros en TotalMotor. Nos reencontramos en la próxima vuelta del campeonato
#AstonMartinF1 #FernandoAlonso #LawrenceStroll #F12025 #F1News #AdrianNewey #AndyCowell #NoticiasF1 #FuturoF1 #Fórmula1 #F1Español #TotalMotor #PasiónPorLaVelocidad #Automovilismo #MotorSport