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El Gran Premio de Miami no fue el escenario soñado para Ferrari ni para su estrella Charles Leclerc. En una carrera marcada por la falta de competitividad del SF-25, Leclerc apenas pudo cruzar la meta en séptimo lugar, muy lejos de los McLaren y a más de un minuto del ganador. Una diferencia abismal en Fórmula 1 que refleja el difícil momento que atraviesa la escudería italiana en el cierre de este ciclo técnico.
Desde el principio, la carrera de Leclerc se vio comprometida. Fue superado por el Williams de Alexander Albon y protagonizó un doble intercambio de posiciones con su compañero de equipo Lewis Hamilton durante el segundo stint. Estas maniobras estratégicas terminaron perjudicando a ambos pilotos, y aunque Charles mostró un mejor ritmo que Andrea Kimi Antonelli, quien terminó sexto, no pudo encontrar el espacio para adelantarlo. Sin los cambios de posición con Hamilton, quizás el resultado podría haber sido diferente.
Al finalizar, Leclerc no ocultó su frustración: “Hoy ha habido mucha frustración. Hay cosas que tendremos que hablar con el equipo y lo haremos hoy. Pero es un domingo muy difícil. Estaba muy enfadado e intenté abrir la radio lo menos posible. Fue difícil”. El tono serio y directo de sus declaraciones evidencia la tensión que se vive dentro del equipo de Maranello.
El verdadero problema, sin embargo, no fue solo la estrategia de carrera. El SF-25 mostró grandes limitaciones de rendimiento. Según el propio Leclerc, el coche ya ha alcanzado su máximo potencial en su configuración actual, un dato alarmante para las aspiraciones de Ferrari en esta temporada: “Llevo cuatro carreras diciendo, es decir, desde el triplete y esta carrera, que estamos extrayendo todo el potencial del coche. En el triplete demostramos que es más, pero aquí no lo hemos conseguido en absoluto. Tenemos que entender por qué. No he tenido las mismas sensaciones que en el triplete y tenemos que entender por qué no somos lo suficientemente rápidos”.
Pese al sabor amargo de Miami, Leclerc no baja los brazos: “¿Creo en el coche? Siempre creo en él. Después de un día así la frustración es alta y no quiero ser positivo. Pero creeré hasta el final y lo daré todo hasta el final. Pero tenemos que mejorar el coche. Por ahora no estamos ahí. Hoy ha sido una carrera difícil”.
La escudería Ferrari tendrá que reaccionar rápidamente si quiere recuperar protagonismo en el campeonato y ofrecerle a su piloto un monoplaza capaz de luchar por podios y victorias. ¿Podrán dar el salto de calidad que tanto necesitan?
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