Un año que dejó al equipo lejos de su dominio absoluto en la Fórmula 1. ¿Cómo afectaron estos problemas al rendimiento del equipo y a sus posibilidades de mantener el título de constructores? ¡Descúbrelo con nosotros!
Tras dos años de dominio abrumador bajo las reglas de efecto suelo, Red Bull enfrentó un cambio significativo en 2024. El equipo terminó detrás de McLaren y Ferrari en la clasificación de constructores, dejando atrás la supremacía que los caracterizó en 2023. Según Christian Horner, director del equipo, la perfección casi inalcanzable del RB19 enmascaró los problemas que se intensificaron con su sucesor, el RB20. “El problema es que el año pasado ganamos 22 de 23 carreras. Eso enmascara muchos de los problemas”, admitió Horner.
A lo largo de la temporada, los problemas de correlación entre los datos y el comportamiento en pista se convirtieron en un dolor de cabeza para Red Bull. Horner señaló que herramientas clave como el simulador y el túnel de viento ofrecían datos inconsistentes, complicando el desarrollo del coche: “Cuando no cuadran, es como tener tres relojes que marcan horas diferentes. Entonces, ¿a cuál crees? En última instancia, le crees al cronómetro en la pista porque no miente”.
El desempeño de Max Verstappen fue crucial para ajustar el desarrollo del RB20, gracias a su capacidad para identificar problemas y ofrecer retroalimentación precisa. A pesar de las dificultades, Verstappen logró mantener su reinado como campeón mundial, asegurando su cuarto título de pilotos. “El mayor sensor que tienes es el piloto, y ahí es donde Max jugó un papel clave este año”, destacó Horner.
El equipo enfrentó problemas desde el inicio de la temporada, con Verstappen reportando complicaciones en el Gran Premio de China, mientras que Sergio Pérez luchó por encontrar competitividad a lo largo del año. Incluso una actualización importante en Imola pareció agravar las dificultades. “Terminamos con una ventana muy pequeña de rendimiento. Creo que la forma de nuestra curva de rendimiento se hizo muy pronunciada y eso inevitablemente hizo que el coche fuera mucho más difícil de conducir”, explicó Horner.
Aunque Red Bull logró mejorar lo suficiente para acumular algunas victorias en la temporada, quedó claro que los ajustes en el reglamento y la convergencia del desarrollo entre equipos complicaron su hegemonía. Ahora, con una base sólida para la próxima temporada, el equipo trabaja para alinear sus herramientas y regresar a lo más alto.
¿Crees que Red Bull podrá solucionar sus problemas y recuperar su dominio en 2025? Déjanos tus comentarios y comparte tus pronósticos. ¡Nos encanta leerte!
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