Oficialmente, Max Verstappen, actual líder del campeonato, enfrentará una penalización de cinco posiciones en la parrilla para el Gran Premio de Brasil este fin de semana. Esta sanción surge debido a la instalación de su sexto motor de combustión interna en la temporada, una medida que Red Bull decidió tomar tras los problemas experimentados en el GP de México. Durante las prácticas en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el neerlandés perdió un valioso tiempo de pista por una fuga de aire en la unidad de potencia, y tras evaluar el desgaste de su motor, el equipo optó por el reemplazo.
Para Verstappen, el cambio de motor implica un ajuste de su estrategia en Interlagos, aunque su posición en la carrera sprint del sábado no se verá afectada. A lo largo de la temporada, Verstappen ha utilizado más unidades de potencia de las permitidas, especialmente tras un problema en el Gran Premio de Canadá y una inspección en detalle de su motor antes de Spa, donde Red Bull ya había instalado un nuevo propulsor Honda. Helmut Marko, asesor de Red Bull, comentó sobre la situación del motor afectado en México: “Ya no estaba pensado para la carrera, y cuanto más viejo se vuelve un motor, más disminuye su rendimiento”, añadiendo que el Red Bull perdía entre “tres a ocho km/h en las rectas” debido a la reducción de potencia.
Aunque se especula que la penalización en Brasil podría ser manejable en una pista donde Verstappen ha tenido buenos resultados en el pasado, el propio piloto no está completamente seguro. Consultado al respecto, respondió: “Eso es algo que siempre se desconoce. Piensas que una pista en particular es el mejor lugar para tomar una penalización de motor o lo que sea, pero nunca está garantizado. Pero sí, es una posibilidad”. Este contexto abre la puerta a un emocionante fin de semana en el icónico circuito de Interlagos, donde Verstappen tendrá que demostrar una vez más por qué lidera el campeonato. Sin duda, la afición estará pendiente de cómo el holandés y Red Bull enfrentan este desafío en Brasil. 🏎️🔥
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