El proveedor oficial de neumáticos de la Fórmula 1, Pirelli, ha revelado su selección de compuestos para las próximas carreras hasta el parón veraniego, y hay novedades estratégicas que ya están dando de qué hablar. Entre las decisiones más destacadas está la introducción de una nueva configuración de neumáticos para el Gran Premio de Bélgica, donde se ensayará un “salto” entre compuestos.
En lugar de seguir el orden secuencial tradicional (C1-C2-C3, por ejemplo), Pirelli llevará al icónico circuito de Spa-Francorchamps el duro C1, el medio C3 y el blando C4. Esta elección, que rompe con la secuencia habitual, busca generar una mayor diferencia de rendimiento entre el neumático duro y el medio, y con ello crear un abanico estratégico más amplio para los equipos, que deberán pensar cuidadosamente si optan por una o dos paradas.
Este experimento estratégico llega en un contexto donde la mayoría de las carreras disputadas en condiciones secas han sido monótonas desde el punto de vista táctico, con paradas únicas que restan emoción e imprevisibilidad. “Ellos (los equipos) siempre encuentran la forma de aplicar una estrategia a una parada”, explicó Mario Isola, jefe de Motorsport de Pirelli.
“No es que estemos intentando empujarlos a hacer dos paradas porque sea mejor, haya más acción, más imprevisibilidad y mejores carreras, pero con tres compuestos tan cercanos siempre intentan usar el duro y el medio para hacer solo una parada”. Esta declaración refleja la intención de Pirelli de mantener la libertad estratégica, pero forzar un poco el juego para romper la previsibilidad actual.
Además, la elección del duro C1 en lugar del C2, como se usó en 2023, se enmarca en el deseo de hacer que una estrategia de una sola parada sea más desafiante. El C1, más resistente pero más lento, exigirá una gestión distinta por parte de los pilotos y equipos. El blando y el medio seguirán siendo C4 y C3, lo que significa que la diferencia de rendimiento será más marcada, especialmente relevante en un fin de semana con formato sprint como el de Spa.
Pirelli también ha confirmado que esta decisión no busca obligar a todos a optar por dos paradas, sino dejar que la diferencia entre una estrategia agresiva y una conservadora dependa del riesgo que cada escudería esté dispuesta a asumir.
Por otro lado, en el Gran Premio de Gran Bretaña también habrá novedades: se utilizarán compuestos más blandos que en 2023, con el C2, C3 y C4 como duro, medio y blando respectivamente.
Esta decisión sorprende, considerando los antecedentes del circuito de Silverstone, donde en 2013 los fallos en los neumáticos obligaron a cambiar la carcasa de los compuestos, y en 2020, tras dos carreras consecutivas, se vivieron varias delaminaciones en la segunda prueba con neumáticos más blandos. A pesar del riesgo, Pirelli cree que los datos actuales y los avances tecnológicos permiten probar nuevos enfoques sin comprometer la seguridad.
El Gran Premio de Bélgica será, en definitiva, una auténtica prueba de fuego para validar esta nueva teoría de los “saltos” de compuestos, y si resulta efectiva, podríamos ver más decisiones similares en lo que resta del campeonato.
La Fórmula 1 se juega no solo en las curvas y las rectas, sino también en la pizarra de estrategias, y Pirelli parece decidido a poner a prueba la creatividad de los ingenieros y estrategas.
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