Carlos Sainz, piloto de Ferrari, logró subir al podio del Gran Premio de Las Vegas, pero su actuación no estuvo exenta de controversia. Un incidente durante su parada en boxes generó dudas sobre si había infringido las reglas al cruzar la línea blanca de entrada al pitlane. Sin embargo, una peculiaridad en el reglamento de la FIA lo salvó de una penalización.
El español lideraba frente a Lewis Hamilton cuando recibió una tardía comunicación por radio indicando que su equipo no estaba listo. Esto lo llevó a desviarse hacia el exterior del muro de boxes y continuar una vuelta más en el circuito. Según el Código Deportivo Internacional de la FIA, cruzar esta línea puede penalizarse “excepto en casos de fuerza mayor o bajo instrucciones específicas del director de carrera”. En este caso, Sainz nunca llegó a entrar técnicamente al pitlane, ya que no cruzó el límite de velocidad de 80 km/h, lo que lo excluyó de cualquier infracción.
El piloto reflexionó tras la carrera: “En general, simplemente no lo hemos hecho bien. […] Tuvimos este lío de comunicación por radio en la entrada en boxes, que probablemente me hizo perder tiempo de carrera. […] Pero sí, simplemente demuestra que en este deporte necesitas hacer las cosas perfectamente semana tras semana”.
El incidente recuerda que, aunque la Fórmula 1 depende de la habilidad de los pilotos, las estrategias y la comunicación son clave. En este caso, Sainz se benefició de la falta de directrices específicas para el circuito de Las Vegas, pero reconoció que su equipo deberá ajustar detalles para futuras carreras.
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