Hoy te traemos una historia clave de esta temporada: el caso del RB21 de Red Bull, un monoplaza brillante en unos circuitos… y vulnerable en otros.
¿Qué está pasando y qué planea el equipo para solucionarlo?
Después de las pruebas de pretemporada, muchos pensaban que el RB21 sería el coche a batir, y durante las primeras carreras, el monoplaza de Red Bull mostró dos facetas muy diferentes. En trazados rápidos y de baja degradación como Suzuka y Jeddah, brilló. Pero en pistas como Baréin, con curvas lentas y exigencias de tracción, el coche mostró sus flaquezas, comprometiendo su rendimiento y gestión de neumáticos.
En Suzuka, el equipo supo encontrar el equilibrio ideal entre viernes y sábado, lo que les permitió brillar el domingo. En Jeddah, llegaron con una puesta a punto más afinada, centrando sus esfuerzos en detalles como la degradación térmica, lo cual permitió a Max Verstappen desplegar un ritmo de carrera demoledor. “En comparación con Baréin, hemos hecho grandes progresos, pero este circuito también se adapta mejor a nosotros. Estamos progresando y estamos consiguiendo un coche más predecible, que además funciona en un rango más amplio”, comentó Helmut Marko, destacando el enfoque de mejora progresiva.
Sin embargo, Baréin fue un golpe de realidad. Las temperaturas elevadas, curvas lentas y necesidad de tracción expusieron las debilidades del RB21, que no pudo competir al nivel de Ferrari y Mercedes en clasificación. Frente a un McLaren MCL39 más versátil, el Red Bull evidenció su falta de adaptabilidad, un contraste importante respecto al dominante RB19 del año pasado.
La diferencia radica en que McLaren ha logrado construir un monoplaza competitivo en casi cualquier tipo de circuito: rápido o lento, técnico o fluido. Esa consistencia es lo que ahora persigue Red Bull, que ya está trabajando para ampliar la ventana operativa del RB21. “Daremos pequeños pasos, y creo que para Imola deberíamos estar en una posición en la que también tendremos la velocidad para batir a los McLaren”, dijo Marko con optimismo.
Tras Baréin, el equipo de Milton Keynes ajustó su enfoque para los fines de semana de carrera: menos experimentos, más precisión en la puesta a punto desde el viernes. Este cambio estratégico ya ha dado resultados, pero saben que no es suficiente. En la F1 moderna, el rendimiento puro debe ir de la mano con la capacidad de adaptarse a condiciones cambiantes y configuraciones de pista variadas.
Ahora el calendario se vuelve más desafiante: Miami traerá calor extremo, mientras que Imola, Barcelona y Mónaco pondrán a prueba la capacidad del coche en curvas lentas, tracción, y carga aerodinámica. Justo el tipo de condiciones donde el RB21 todavía no domina. El equipo prepara un paquete de actualizaciones importantes para Imola, donde se jugarán mucho más que puntos: estará en juego la dirección de su temporada.
Desde hace más de un año, Red Bull busca una receta que combine rendimiento máximo con regularidad. El RB21 no puede seguir siendo un coche de “dos caras”, capaz de lo mejor y lo peor en cuestión de días. La meta ahora es clara: evolucionar hacia un monoplaza competitivo en todos los escenarios, capaz de enfrentarse al ritmo constante de McLaren carrera tras carrera.
En palabras de Marko: “Daremos pequeños pasos”, pero cada uno de ellos está cuidadosamente planeado para reducir la brecha, eliminar los puntos débiles y devolver al equipo al centro del podio. Los próximos Grandes Premios no solo pondrán a prueba al RB21, sino también la resiliencia, la estrategia y la capacidad de adaptación de todo el equipo Red Bull.
Y hasta aquí nuestro análisis de hoy. ¿Será Imola el punto de inflexión para Red Bull esta temporada? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios y no te olvides de seguirnos para más contenido exclusivo de la Fórmula 1!
#F1 #RedBullRacing #RB21 #MaxVerstappen #HelmutMarko #ImolaGP #F12024 #Formula1 #TotalMotor #NoticiasF1 #McLarenF1 #F1Tech #Automovilismo #GPImola #F1EnEspañol #F1España #RedBullVsMcLaren #AnálisisF1 #CarrerasF1 #F1Updates #DesarrolloF1 #VelocidadTotal
