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Este fin de semana, el Gran Premio de Bahréin dejó más dudas que certezas para Red Bull Racing, especialmente para su piloto estrella Max Verstappen, quien no ocultó su frustración tras una carrera llena de problemas técnicos, falta de ritmo y errores que le costaron caro en su lucha por el campeonato de F1 2025.
Después de haber conquistado la victoria en Japón, se esperaba que Verstappen mantuviera su racha, pero desde los entrenamientos libres hasta la carrera del domingo, el rendimiento del RB21 fue decepcionante. El neerlandés sufrió durante toda la competencia en Sakhir, enfrentándose no solo a rivales inesperados como Jack Doohan o Esteban Ocon, sino también a su propio monoplaza, que no estuvo a la altura. “El ritmo fue muy malo, pero tampoco esperaba que lo fuera tanto“, declaró tras la carrera. “Todo lo que podía salir mal, salió mal. Eso probablemente lo hizo un poco peor. Pero si miramos dónde acabamos, probablemente era lo máximo que podíamos hacer“.
Uno de los problemas clave fue la sobretemperatura en los neumáticos, que complicó el comportamiento del coche en frenadas, algo que el propio Verstappen explicó con claridad. “Los frenos estaban ligeramente mejor hoy porque nos permitieron cambiar el equipo“, aseguró. “Pero el problema no es sólo la sensación con los frenos… los neumáticos se sobrecalentaron. Entonces, cuando freno, no siento nada, porque es muy fácil bloquear los neumáticos delanteros y traseros al mismo tiempo“. Esto generó una sensación de impotencia al volante para un piloto acostumbrado a la perfección técnica del equipo austriaco.
Como si eso no fuera suficiente, la jornada también estuvo marcada por errores en boxes que agravaron el mal resultado. Red Bull falló en tres de las paradas del piloto de 27 años. La primera vez, un fallo en el sistema LED causó una parada lenta; la segunda, un neumático no salió correctamente, sumando segundos vitales perdidos. “Está claro que no es bueno esperar tanto“, dijo Verstappen. “Fueron dos problemas distintos, así que esto no es habitual para nosotros“. El tetracampeón espera que estas fallas no sean tendencia, especialmente en una temporada donde cada punto cuenta.
El sábado, ya tras la clasificación, Max había anticipado un fin de semana difícil. Red Bull probó múltiples configuraciones sin éxito y ni siquiera los ajustes menores permitidos bajo el parc fermé ofrecieron alivio. “Teníamos falta de equilibrio y en este circuito eso se mide aún más. Si tienes desequilibrio y no gestionas bien los neumáticos, este circuito lo penaliza con más fuerza que otros“, sentenció con desilusión.
Ahora, con McLaren y Mercedes subiendo su nivel de forma constante, Red Bull tendrá que trabajar a contrarreloj para recuperar terreno antes del próximo compromiso en Arabia Saudita. Verstappen, más crítico que nunca, sabe que el margen de error se ha reducido al mínimo.
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