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El Gran Premio de Le Mans nos dejó una carrera llena de emociones, cambios de estrategia y decisiones críticas bajo la lluvia. En medio del caos, Marc Márquez demostró por qué es uno de los mejores, asegurando una segunda posición que refuerza su liderazgo en el campeonato. Sin embargo, el propio piloto reconoció que tuvo que ser más conservador de lo habitual: “No me lo puedo permitir porque peleo por el título.”
La carrera de Le Mans marcó el estreno de una nueva normativa en MotoGP, que penalizó con un ‘doble long lap’ a los pilotos que cambiaron de moto antes de la salida, tras una vuelta de calentamiento marcada por la lluvia. Márquez fue uno de los afectados, viéndose obligado a entrar de nuevo en boxes. Cuando volvió a pista, Johann Zarco ya lideraba cómodamente, capitalizando su elección inicial de neumáticos de lluvia, y llevándose finalmente la victoria con casi 20 segundos de ventaja sobre el español.
Pese a la penalización y al caos, la segunda plaza de Márquez resultó crucial. Las caídas de su hermano Álex Márquez y de Pecco Bagnaia le permitieron ampliar su ventaja en el campeonato: ahora lidera con 22 puntos sobre Álex y con 51 sobre Bagnaia. Un respiro importante tras los reveses sufridos en Austin y Jerez, donde Marc se fue al suelo cuando partía como uno de los favoritos.
En declaraciones posteriores, Márquez confesó que durante la carrera hubo momentos de incertidumbre: “Había un momento que no sabía ni en qué posición iba,” admitió. A diferencia de su estilo habitual, donde suele ser quien marca la pauta en condiciones cambiantes, esta vez optó por no arriesgar de más: “La carrera se hizo muy larga. Hoy era un día de esos en los que se podía gastar un comodín, pero yo los gasté en Jerez y Austin. Normalmente soy yo el que inventa, hoy me limité a minimizar riesgos.”
La estrategia también fue evidente en su enfoque antes de la salida. En lugar de tomar la iniciativa como en Austin —cuando forzó movimientos que provocaron bandera roja—, esta vez decidió observar qué hacía su hermano Álex, su rival más cercano en el campeonato: “El único momento en que he dudado ha sido en la vuelta de formación de parrilla. Allí he esperado a ver qué hacía Alex. Una vez en carrera siempre les tenía a la vista, controlados.”
Este nuevo enfoque de Márquez, más calculador y menos impulsivo, podría ser clave en su lucha por sumar un nuevo título mundial. En un campeonato tan ajustado, cada punto cuenta, y la madurez que mostró en Le Mans puede marcar la diferencia en la recta final de la temporada.
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