Seis años después de su último título en MotoGP, Marc Márquez ha vuelto a demostrar por qué es considerado uno de los mejores pilotos de la historia. En su debut con la Ducati oficial, el español dominó el GP de Tailandia 2025, logrando una victoria contundente que dejó a todos sin palabras. Con un desempeño impecable tanto en la carrera sprint como en la prueba principal, además de obtener la pole position y la vuelta rápida, Márquez dejó en claro que ha superado su duro camino tras la lesión de 2020 y que está listo para luchar nuevamente por la gloria.
El catalán desplegó una estrategia inteligente durante la carrera, manejando con precisión la presión de sus neumáticos y ajustando su ritmo para asegurar el triunfo. En un momento clave, dejó pasar a su hermano Álex Márquez para evitar sanciones por la presión de los neumáticos, pero cuando llegó el momento de atacar, no tuvo piedad. “Creo que Marc hoy ha jugado un poco con nosotros”, reconoció Francesco Bagnaia, evidenciando la sorpresa ante la autoridad con la que Márquez se impuso.
Desde el equipo Ducati, el asombro era evidente. “Lo que hizo Marc nos sorprendió incluso a nosotros”, admitió Davide Tardozzi, director del equipo. Su capacidad para adaptarse rápidamente a la Desmosedici y extraer todo su potencial ha dejado claro que Ducati tiene ahora a un piloto capaz de redefinir su dominio en MotoGP.
Con dos circuitos favorables en el horizonte, Termas de Río Hondo y Austin, Márquez tiene la oportunidad de extender su racha ganadora y consolidarse como el gran candidato al título de 2025. Su evolución como piloto, más calculador y con menos margen de error, lo hace aún más peligroso para sus rivales.
¿Estamos viendo la mejor versión de Marc Márquez?
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